
Hay un tiempo para nacer, y un tiempo para despertar.
Durante los primeros años de la vida —y aún más intensamente en la juventud y adultez temprana— nuestra energía se dirige hacia el exterior. Estudiamos, trabajamos, amamos, fundamos una familia, nos esforzamos por construir un nombre, una reputación, una estabilidad. Como dice Jung, subimos la montaña de la vida.
Pero llega un momento —quizá silencioso, quizá dolorosamente claro— en que algo dentro de nosotros comienza a llamar. No es una crisis… es una invitación.
Una voz suave que nos dice: ¿Y ahora, quién eres? ¿Qué viniste a sembrar realmente?
A los 40, la vida no se acaba… comienza.
Comienza de otro modo. Con menos urgencia y más profundidad. Con menos máscaras y más verdad. Comienza en el alma.
Y es ahí donde Jung veía el gran viraje: de la conquista exterior a la individuación interior. De la construcción del personaje a la revelación del sí-mismo. De la obediencia a modelos sociales a la escucha del Misterio que habita en lo profundo.
“El que mira hacia afuera, sueña; el que mira hacia adentro, despierta.” —Carl Jung
Para el Cultivador de Oportunidades, este no es un giro cualquiera:
Es el momento en que la tierra, que ya ha sido arada por la experiencia, se vuelve fértil para una siembra espiritual más honda. Es cuando lo aprendido se transforma en sabiduría, y lo vivido en ofrenda.
Es cuando comprendemos que no hay que tener más, sino ser más.
Y que el tiempo, lejos de agotarse, se vuelve Gracia.
🌿 La segunda mitad: un nuevo arte de vivir
Carl Jung, profundo conocedor del alma humana, decía que la primera mitad de la vida es para construirnos hacia afuera, y la segunda, para reconstruirnos hacia adentro.
A los 40, el alma nos invita a mirar hacia dentro.
Ya no vivimos solo para tener, sino para ser, y ser auténticos.
Ya no queremos acumular logros, sino dar frutos que permanezcan.
Es el momento del cultivo más fino y silencioso.
Menos visible, pero más fecundo.
Menos espectacular, pero más real.
🙋♂️ Occasionum Cultor en esta etapa
Como Cultivadores de Oportunidades, sabemos que las grandes ocasiones no siempre llegan disfrazadas de éxito.
A veces llegan con la forma de una pausa, un vacío, un cansancio existencial.
Pero es ahí donde Dios nos llama a sembrar más profundo.
Este tiempo no es de retiro…
Es de reconversión interior.
Es el Kairós, el tiempo maduro para:
- volver al origen,
- recuperar lo esencial,
- y ofrecer al mundo lo mejor de lo que hemos vivido.
🙏 Oración del que comienza a vivir en plenitud
Señor,
ya no quiero correr tras los espejismos del mundo,
ni temerle al paso del tiempo.
Agradezco la historia que me ha traído hasta aquí
y te ofrezco este nuevo tramo del camino.
Enséñame a mirar hacia dentro,
donde tu Espíritu murmura en silencio.
Que no viva de apariencias,
sino de verdad.
Que no acumule logros,
sino frutos.
Que no tema envejecer,
sino no madurar.
Que, a partir de hoy, mi vida comience…
en tu Reino, en tu Voluntad,
y para tu Gloria.
Amén.
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